Boda con sabor andaluz

Esta vez hice kilómetros para retratar en un lugar encantando del norte, esta boda con sabor andaluz.

Amanecía con unos intensos 32 grados que se quedarían en nada en comparación a los 42 de la tarde, pero eso no influyó ya que esta pareja formada por una vallisoletana y un malagueño, tuvo su gran día soñado.

Quedé con Eva, de vídeo, en la plaza mayor para tomar un refrigerio antes de meternos en faena. Una vez llegamos al edificio donde Gabriel estaba con su familia, éste nos sorprendió saludándonos desde el balcón acompañado por su hija mayor. Dentro pudimos conocer al pequeño de la familia, a la abuela y demás tíos. Había un ambiente muy agradable en tono andaluz que hizo que, a pesar del calor, trabajaramos y disfrutaramos a partes iguales.

Marta nos esperaba en la casa de sus padres con una ilusión que no le cabía en el pecho.

Hasta allí se acercaron sus amigas que le dedicaron unas palabras agradeciéndole todos estos años de amistad.

La ceremonia se llevó a cabo en un emplazamiento espectacular. Me encantó cada recoveco de esta Iglesia. Tanto me gustó que decidí realizar una pequeña parte de la sesión de pareja en sus escaleras interiores.

El convite se celebró en un  lugar que me dejó sin palabras de lo bonito que es. Los patos andaban a sus anchas por la finca buscando las sobras de los aperitivos. Aquí el ambiente se tornó de lo más fiestero y fue creciendo a medida que la velada continuaba.

Viajar y conocer a esta pareja han sido una experiencia preciosa. Me acogieron como una más y sin duda me han cautivado.